jueves, 16 de julio de 2009


(Versión 1)



Hace frío, eso ayuda a estar melancólico. No hay nada mejor que agarrar tus cosas y marchar, sin rumbo fijo hasta despejar tu mente, hasta lograr disipar la neblina de tu cabeza, dejar de pensar en tristezas, eso ayuda. Necesito un momento de silencio, de completo silencio… sentir el vaivén del universo, sentir como giran los planetas, necesito el silencio para recordar tus últimas palabras, ¿cuáles fueron?, ¿las recuerdas? . Salí de tu casa, me besaste, me subí a un taxi y desaparecí entre las calles de Santiago, sin rumbo fijo. Aun hoy recuerdo esos días, recuerdo cuando caminábamos por santiago, regalándole amor a los rincones marchitos de esta ciudad. Recuerdo tu voz, tus palabras, el roce de tu piel, recuerdo como me mirabas, recuerdo tus mentiras, recuerdo todo como si fuese ayer, como si fuese hoy. Aun te busco entre la gente, me da miedo encontrarme contigo y no saber que hacer para retenerte, que decir para que nunca mas te vayas. Nuestra historia, la más corta, la más intensa. Hasta mañana, quien sabe si ahora hacemos bien las cosas.

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